Los participantes presentan un vídeo clínico o un fotocaso editado en formato audiovisual, donde comparten su experiencia, una técnica concreta o un caso interesante desde su propia práctica profesional.
Durante la proyección, uno de los autores expone en directo el contenido en un máximo de 4 minutos, haciendo de cada presentación algo ágil y centrado en lo esencial. Cada vídeo puede contar con hasta dos autores, fomentando el trabajo en equipo y la colaboración entre compañeros.
Después de cada intervención, se abre un turno para preguntas, donde el público y el tribunal pueden interactuar con el ponente. Un formato pensado para aprender de forma práctica, compartir puntos de vista y generar debate entre profesionales de distintas trayectorias.