Se estima que un 80% de la información que recibimos es visual y por tanto nos llega a través de los ojos. Se trata de un dato muy relevante a tener en cuenta especialmente entre los niños, ya que están en fase de desarrollo. Es por ello que a partir de los tres años aconsejamos una revisión oftalmológica anual, para prevenir posibles trastornos visuales.
¿Por qué es clave revisarles la vista desde pequeños?
Para evitar problemas de aprendizaje
En los más pequeños los problemas visuales están relacionados con dificultades de aprendizaje y comprensión.
Es el momento en el cual se adquieren conocimientos básicos, como aprender a leer o a escribir. Para ello se necesita una visión sana y los estudios demuestran que las afecciones relacionadas con los ojos tienen un claro impacto negativo en el proceso educativo. Las niñas y niños necesitan leer con claridad y ver nítidamente la pizarra.
Para construir relaciones sociales
Durante la etapa de desarrollo, es decir, durante los primeros años de vida, no sólo se aprende a leer o escribir. También se adquieren las herramientas básicas para construir relaciones sociales. Los obstáculos visuales causados por la miopía, hipermetropía, astigmatismo o la ambliopía (ojo vago), pueden traducirse en sentimientos de frustración o aislamiento.
¿Cuándo es recomendable la primera revisión?
En las primeras revisiones con el pediatra se descartarán posibles anomalías en el bebé como la catarata o el glaucoma congénito, malformaciones, tumores, estrabismos o ptosis congénitas.
Es a partir de los 3 o 4 años, cuando ya se les puede realizar una exploración ocular completa, que los especialistas recomendamos una visita con el oftalmólogo para medir la agudeza visual e identificar un posible caso de estrabismo.
Entre los 3 y 10 años las revisiones pueden ser anuales y a partir de los 10 hasta los 16, bianuales.
Si bien los defectos refractivos (miopía, hipermetropía y astigmatismo) no se pueden evitar, si pueden corregirse e incluso parar su evolución. Con un buen diagnóstico y tratamiento precoz, además, se evitarán problemas mayores.
En ILO Oftalmología damos especial relevancia al cuidado y prevención de las patologías oculares de los más pequeños. Para ello contamos con una unidad especializada en oftalmopediatría, con toda la tecnología y profesionales para atender sus necesidades visuales.
10 señales para detectar anomalías
Existen factores de riesgo que deben tenerse en cuenta para realizar revisiones de forma más frecuente. Son factores como el nacimiento prematuro, problemas neuronales o enfermedades generales como la diabetes. Cuando existen antecedentes familiares de patologías oftalmológicas, ya sea en casos de estrabismo o uso de gafas altamente graduadas, también aconsejamos una revisión antes de los 2 años de edad.
Algunas señales que pueden indicar que el niño o niña sufre un problema de vista son:
- Parpadea o se frota los ojos con frecuencia.
- Frunce el ceño para ver mejor.
- Rechaza cualquier tipo de lectura.
- Tiene problemas de comprensión lectora.
- Cuenta con una mejor comprensión oral que escrita.
- Cierra o se tapa un ojo para observar la pizarra u otro soporte distante.
- Sigue con el dedo la lectura.
- Se acerca excesivamente al papel o a la pantalla cuando lee o escribe.
- Desvía un ojo de manera constante o cuando se cansa.
- Tiene dificultad para escribir en línea recta o dejar espacios entre letras y palabras.
Si se detecta alguno o algunos de estos indicios, recomendamos visitar el oftalmólogo de referencia para descartar cualquier tipo de patología o aplicar el tratamiento más indicado para revertir o corregir la situación.
Para más información, pide tu cita previa llamándonos al T. 973 245 380
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