Sergi Jurado, superando límites

Sergi Jurado es un deportista de élite. Nació sordo y con una alta hipermetropía. Recientemente, ha tomado una decisión importante: someterse a una operación para decir adiós a las gafas. Únete a nosotros en esta conversación entre Sergi y Rafa Ferreruela, un experto en cirugía refractiva y optometrista de ILO, para conocer más sobre esta transformación.

Rafa: Eres paciente de ILO desde que eras pequeño, cuéntanos un poco cómo comenzó todo esto. Si no recuerdo mal, te visitaba mi madre, la Dra. Sanfeliu.

Sergi: Exacto. Desde que era muy pequeño, a los 3 o 4 años, además de ser sordo, mis padres notaron que tenía problemas visuales. En ese momento, yo todavía no hablaba y no sabía interpretar los dibujos o las imágenes. La Dra. Sanfeliu me ayudó a hacerlo para poder indicar lo que veía y lo que no. Y desde entonces soy paciente de ILO, lo he sido toda mi vida.

Y luego nos conocimos. Todavía recuerdo tu primera visita. De inmediato conectamos y empezamos a hablar sobre la bicicleta, el deporte, la competición…

Sí. Yo vine a preguntarte si había alguna solución para operarme la vista. Porque cuando hago ciclismo o triatlones, o no puedo llevar gafas o me molestan y, en el ámbito competitivo, tenía que hacer un esfuerzo extra.

En estos casos me pongo mucho en el lugar del paciente. Pedalear, correr y nadar con esas gafas, o sin ellas, no debía ser fácil. Por eso en tu caso, con una hipermetropía alta, un implante ICL era la mejor opción. Nunca hacemos láser en estos casos porque no son adecuados, y por tus características oculares afortunadamente podíamos implantarte la ICL. Y busqué corregirte al máximo posible, para que así te dure muchos años, hasta que desarrolles cataratas a los 60.

¡Eso es lo que quería! Y la cirugía fue muy rápida. 10 minutos en cada ojo, y una recuperación… inmediata. Yo confiaba mucho en ustedes, y durante la operación estaba súper tranquilo. Al volver a casa, a veces pienso que llevo las gafas, ¡pero no! Todavía las busco en la mesita de noche a veces.

¿Y qué diferencias notas en tu práctica deportiva?

La diferencia ha sido brutal. Antes, con las gafas, me sentía limitado, y ahora ya no tengo esa angustia durante la competición de perder señales e información visual. Ahora no me canso tanto. Se nota mucho.

El triatlón requiere entrenar tres disciplinas: natación, bicicleta y carrera. Claro, durante la competición no llevaba ni aparato auditivo ni gafas. Cuando nado no lo puedo llevar. Esto implica un doble esfuerzo. De estar “al loro”, al tiempo. Y en silencio. De hecho, solo oigo mi corazón durante la competición.

No necesitas pulsómetro.

Exacto (ríe). Al menos ahora veo muy bien y tengo esa parte cubierta.

Qué bien. Estamos muy contentos de que te haya ido tan bien y estés tan contento. ¿Y cuáles son tus objetivos ahora que te has liberado de las gafas?

Este año, tengo previsto participar en varios campeonatos de España de ciclismo y triatlón. Si todo va bien, competiré en pruebas internacionales en Dinamarca y, espero, en los Juegos Olímpicos de Tokio.

Por otro lado, también estoy reivindicando el uso de señales visuales en los triatlones, ya que todavía hoy en día solo se hace una señal auditiva para marcar los inicios, los cambios de ruta se comunican por megafonía… Quiero que estas competiciones sean más inclusivas.

Sergi, te deseamos mucha suerte y que te vaya muy bien en las competiciones. ¡Sobre todo, disfrútalo!

En este tipo de cirugía se introduce una lente (ICL) delante del cristalino. Es un tratamiento hecho para personas como Sergi: jóvenes menores de 45 años que no son aptos para la cirugía láser. Son reversibles, porque no sustituyen el cristalino, y otorgan una gran calidad visual, por eso las recomendamos especialmente a pacientes con graduaciones altas.

La implantación de lentes ICL es una técnica que requiere precisión y destreza por parte del oftalmólogo. En ILO Oftalmología contamos con profesionales hiperespecializados con décadas de experiencia. Y más de 100,000 ojos operados a sus espaldas.