No hay una edad mínima para operarse de blefaroplastia, siempre que se sea mayor de edad. Cualquier persona que no tenga problemas de salud o medicación que contraindique la cirugía es apta para el procedimiento, siempre dependiendo de la valoración del especialista en cada caso.

La edad no es un factor en el momento de valorar si una persona es apta para este tipo de cirugía. El especialista valorará si eres buen candidato/a según tu historial médico y medicación para evaluar si la blefaroplastia es una solución para ti.

Nuestra extensa experiencia y el hecho de contar con oftalmólogos especializados en oculoplastia en vez de cirujanos plásticos garantiza un resultado satisfactorio.

Aunque las probabilidades son mínimas, existe riesgo de infección, ojo seco o de un resultado estéticamente no satisfactorio, entre otros, según el tipo de intervención quirúrgica.

Este tipo de intervenciones suelen tener un efecto temporal, aunque efectivo, en el paciente. Dependiendo de cada persona, en el caso del tratamiento con bótox, los efectos pueden durar de 4 a 6 meses desde la primera sesión.

Por lo tanto, es necesario seguir con el tratamiento periódicamente para mantener sus efectos, que si se mantienen en el tiempo son más duraderos.

Un oftalmólogo especializado en oculoplastia siempre es el más indicado para este tipo de procedimiento.

Aunque un cirujano plástico puede ejecutar una blefaroplastia de forma excelente, el profundo conocimiento del ojo que tiene un oftalmólogo, sumado a la experiencia que alcanza en esta especialización, lo convierte en el profesional más indicado para practicar una blefaroplastia, sobre todo en el momento de prevenir y tratar posibles complicaciones y realizar un seguimiento integral, no solo centrándose en la estética, sino también en la salud de tu mirada.

No, la blefaroplastia es una cirugía que se efectúa únicamente en los párpados, y no se puede combinar con ningún otro tipo de intervención.

La blefaroplastia superior se ejecuta a través de una pequeña incisión siguiendo el surco natural del párpado, de manera que evitamos las cicatrices visibles. En el párpado inferior el abordaje será a través de la conjuntiva, es decir una incisión interna, por lo tanto, tampoco dejará ninguna marca visible aparentemente.

En general, el postoperatorio de la blefaroplastia y otras intervenciones de este tipo es muy llevadero para el paciente, y si aparecen molestias se tratan fácilmente con analgésicos que serán recetados por el especialista. Durante este periodo suele aparecer cierta inflamación, tirantez y morados alrededor de los ojos que desaparecen progresivamente.

A las personas con los párpados caídos les puede generar dificultades el hecho de tener los ojos abiertos, así como fatiga ocular. Además, los párpados caídos limitan el campo visual y, en casos graves, bloquear la visión completamente.